En el Contrato del Dibujante (The Draughtsmans Contract), Peter Greenaway presenta un dibujante cínico, el señor Neville, quien es contratado para hacer doce dibujos de una mansión. Luego hay una confabulación, un muerto, y hay indicios en esos dibujos que lo implican a él, indicios que fueron retratados por él mismo sin que se diera.