Aquí estoy de vuelta con una canción, esta vez más bien clasicona, nada de experimentos. Se trata de música sencilla para piano y cello imaginarios, con tres partes, en tres minutos (sospecho que los instrumentos deberían haber sido tres también, pero qué vamos a hacerle). Noto que entre julio de 2006 y julio de 2009.…
julio 2010
junio 2010
Hay obras que exceden toda crítica: hay escritos que, siglos después, siguen provocando nuevas lecturas, nuevas exégesis; los lógicos laberintos de Bach todavía tienen ocupados a los músicos que los reinventan; no hay año en que Da Vinci no suscite una renovada admiración. Incluso el cine, esa reciente forma de arte, depara películas que se.…
abril 2010
Escribir una pieza para piano es un poco como componer una fotografía en blanco y negro. Las estridencias se atenúan, y uno se limita a trabajar con unos pocos elementos: un sólo registro, un sólo timbre. Hay un aire más íntimo, más cercano, en ese tipo de fotografía, en ese tipo de composiciones. En una.…
marzo 2010
Los poetas aluden a la mujer a través de las palabras; los pintores, con la gradación de los colores; los fotógrafos se valen de la luz y la sombra. Mi medio, como músico, es el aire. Estas son tres miniaturas, tres variaciones de un tema sobre Lorena, con cuerdas y una máquina de ritmos. Primera […]…
febrero 2010
Los pasos de Ariel Ramírez y del Cuchi Leguizamón se intersectaron en la persona de Witold Gombrowicz, y el nexo fue un par de zapatos grandes que uno le regaló al polaco primero y que el otro supo reconocer tiempo después. Luego siguieron caminando, y ahora se están volviendo a encontrar, sin saberlo, en ese.…
enero 2010
Pontypool es una de las películas más originales que vi en los últimos años. Y es una película de terror. No sé muy bien qué puedo decir sin arruinársela a quien quiera verla. Puedo reproducir e intentar traducir las líneas iniciales, el monólogo de un locutor de radio en una mañana de un pueblito canadiense,…