Líneas sueltas

Algunas opiniones que no merecen un texto completo, pero quizás sí una pequeña marca.

  • Triangle, una película de terror de un tal Christopher Smith, retoma el viejo tema del déjà vu, y lo combina con una mecánica similar a Mulholland Drive. El resultado es muy entretenido.
  • Beatriz Viterbo editó en un solo volumen dos de las novelitas mejor logradas de César Aira (“Cómo me hice monja”, “La costurera y el viento”); excelente decisión para comenzar con el Mago de Pringles.
  • Anoche tocó Caetano Veloso en Buenos Aires; su último disco, Zii e zie, no es tan inspirado como ; el trio de Pedro Sá, bien puesto en 2010, hace buen contraste con los sesenta y siete años de Caetano. Hubiera sido mejor no ser tan exhaustivo en la reproducción de ese disco, para dar lugar a las relecturas en rock actual de viejas glorias, que las hubo, aunque pocas. Al final la emoción llegó sin artificios con Desde que o samba e samba, él solo con su guitarra.
  • Terry Gilliam continúa hundiéndose irremediablemente. Ya desde el fondo del abismo, articuló The Imaginarium of Doctor Parnassus, y uno como siempre piensa que será el fin bochornoso de su carrera.
  • Leí Here is where we meet (“Aquí nos vemos”, aquí) de John Berger. Es una especie de diario de turista, pero con fantasmas y melancólicamente escrito. Uno de los fantasmas es Borges. El libro funciona página a página, como una impronta de esa retrospectiva que da la cercanía de la muerte. El libro es bueno, aunque Sebald maneje mejor ese registro.
  • Disney decidió desprestigiar a Lewis Carroll y contrató a Tim Burton para que el desastre sea perfecto en un chato 3D. Alice in Wonderland fue destruida con instrumentos de tortura saqueados a El señor de los anillos y a La historia interminable.
  • Peter Gabriel editó un disco de covers, Scratch My Back, con revisiones muy curiosas de una selección de canciones muy curiosa. Ninguna versión de este registro es mejor que la original; en más de un caso, contingente. Hay cambios armónicos que desvían radicalmente el tema (Street Spirit/Fade out de Radiohead, por ejemplo), llevándolo a un lugar lleno de preguntas. El sonido, la orquestación, la voz, todo es impecable. La imagen final, borrosa, inconsecuente.