Postales de Aquilea

Borges puso la letra junto con Bioy y con Santiago, y Santiago y Aronovich le pusieron esas imágenes que Borges no pudo ver, las imágenes de Invasión.



Borges le puso letra y Pichuco le puso la música, y Borges sí pudo escuchar, ese trabajo de guitarra de la milonga de Manuel Flores.

Para los otros la fiebre,
y el sudor de la agonía;
y para mí cuatro balas,
cuando esté clareando el día.


Manuel Flores va a morir,
eso es moneda corriente;
morir es una costumbre
que sabe tener la gente.


Y sin embargo me cuesta
decirle adiós a la vida,
esa cosa tan de siempre,
tan dulce y tan conocida


Miro en el alba mi mano,
miro en la mano las venas,
con extrañeza las miro,
como si fueran ajenas.


Cuántas cosas estos ojos
en su camino habrán visto;
quién sabe lo que verán
después que me juzgue Cristo.


Para los otros la fiebre,
y el sudor de la agonía;
y para mí cuatro balas,
cuando esté clareando el día.