El final del eclipse

Hoy se hizo oficial la muerte de Syd Barrett, aunque ya estaba muerto hace varios días (alguno dirá: hace varios años). Sobra acá repetir lo que todos sabemos pero que volvemos a decir, como una letanía, porque no tenemos más para decir: que fue considerado un genio por sólo dos discos psicodélicos, que el LSD lo apagó (pese a que Gilmour dijo este año que la ausencia de drogas no hubiera evitado su colapso), que grabó forzadamente dos discos solistas, que los paparazzi lo persiguieron infinitamente en su casa de ventanas tapiadas para fotografiarlo. No hace mucho lo mostraron en un video, viejo, gordo y pelado, caminando con un diario debajo del brazo, en camiseta. Gordo y pelado, así lo vieron los Pink Floyd el cinco de junio de 1975, en el estudio donde grababan “Shine on you crazy diamond” para invocarlo, como una aparición o un fantasma; tocaron “Wish you were here” para él, y Waters lloró. Syd se alejó del estudio caminando solo, retrocediendo a su casa, y ya nadie supo más nada de él. Para nosotros, que no vivimos el lento eclipse que siguió, es todavía aquel “boy/child”, loco como quería que lo viéramos, ajeno a un hombre de sesenta años muriendo de cáncer. No nos ha legado grandes obras de música, pero sí un gran grupo de música; quizás Syd Barrett (como el otro Sid) fue un engranaje necesario, un escalón para llegar más alto. Su medida acaso esté bien representada en esta canción, “tan británica para su tiempo”, como la definió Waters:

I’ve got a bike, you can ride if you like
it’s got a basket, a bell that rings
and things to make it look good
I’d give it to you if I could
but I borrowed it
You’re the kind of girl
that fits in with my world
I’ll give you anything, everything
if you want thing
I’ve got a cloak, it’s a bit of a joke
there’s a tear up the front, it’s red and black
I’ve had it for months
if you think it would look good
then I guess it should
I know a mouse and he hasn’t got a house
I don’t know why I call him Gerald
He’s getting rather old but he’s a good mouse
I’ve got a clan of gingerbread men
here a man, there a man, lots of gingerbread men
take a couple if you wish, they’re on the dish
I know a room of musical tunes
Some rhyme, some ching, most of them are clockwork
let’s go into the other room and make them work
Tengo una bicicleta, podés usarla si querés;
tiene una canasta, una campanita que suena,
y cosas que hacen que se vea linda.
Te la daría si pudiera,
pero me la prestaron.
Sos el tipo de chica
que encaja en mi mundo
Te daría algo, todo,
si es que querés alguna cosa.
Tengo un sobretodo que es un desastre
está roto en la parte de adelante, es rojo y negro,
hace meses que lo tengo.
Si pensás que puede verse bien,
supongo que así será.
Sé de un ratón que no tiene casa
no sé por qué le puse “Gerald”
Ya está un poco viejo, pero es un buen ratón.
Tengo una tribu de hombres pan de jengibre
un hombre acá, otro allá, un montón de hombres de pan.
Agarrá un par si querés, están en el plato.
Sé de una habitación de melodías:
algunas riman, otras suenan, la mayoría son mecánicas
vayamos a la otra habitación, y pongámoslas a funcionar.