Cuando todos los Animales vivían en el Gran Jardín de Infantes, antes del momento en que tenían que entrar al Arca, la Gran Maestra tenía que peinarlos. Les dijo que se quedaran quietitos mientras lo hacía, o podía ser peor para ellos. Así que se quedaron quietitos. El León se quedó quietito, y su espléndida melena quedó peinada, con un pirincho en la punta de la cola. El Caballo se quedó quietito, y su hermosa crin quedó peinada, con una noble cola. La Vaca se quedó quietita, y hasta la pulieron los cuernos. El Oso se quedó quietito, y lo lavaron en un santiamén. Todos se quedaron quietitos, excepto un Animal, que no podía. Se retorcía y pateaba a la Gran Maestra de costado.
La Gran Maestra le dijo, una y otra vez, que no iba a llegar a ninguna parte comportándose así. Pero él diijo que no se iba a quedar quietito por nadie, y que quería que su pelo creciera hasta cubrirlo por completo. Así que, al final, la Gran Maestra se desentendió de él y dijo: “¡Qué así sea! ¡Sobre tu cabeza y sobre el resto también!”. Así que el Animal se fue, y su pelo creció y creció, sobre su cabeza y sobre el resto también, todo el tiempo que esperaban para entrar al Arca. Y cuanto más crecía, más largo, más duro, más áspero, más puntiagudo se ponía, hasta que, al final, era todo espinas y plumas pinchudas. Sobre su cabeza y sobre el resto también, ¡y en especial sobre su cola! Así que lo llamaron Puerco Espín, y lo mandaron al rincón como castigo hasta que el Arca estuvo preparada.
Entonces entraron todos en el Arca, en parejas, pero ni uno quiso entrar con el Puerco Espín a causa de sus espinas, excepto un hermanito de él llamado Erizo, que siempre se quedaba quietito cuando lo peinaban (llevaba el pelo corto), y el Puerco Espín lo odiaba.
Su camarote estaba en la sollada -la cubierta más baja- que estaba reservada para los Mamíferos Nocturnos, como Murciélagos, Tejones, Lemures, Zarigüeyas, y muchos Miopios. El segundo hijo de Noé, Cam, estaba a cargo de esa cubierta, porque hacía juego con la decoración, al ser de tez oscura, aunque era muy sabio.
Cuando sonó el gong del almuerzo, Cam bajó con una canasta llena de papas, zanahorias, pequeñas frutas, uvas, cebollas y maíz verde para que comieran.
El primer Animal que encontró fue el Hermanito Erizo, que se estaba divirtiendo a lo grande entre los escarabajos. Le dijo a Cam: “dudo que me acerque al Puerco Espín hoy. El movimiento lo puso de mal humor y es algo irritable”.
Cam dijo: “No sé nada de eso. Mi trabajo es alimentar a todos”. Así que fue hasta el camarote del Puerco Espín, donde el Puerco Espín estaba ocupando todo el lugar disponible en su litera, y sus espinas traqueteaban como la ventana floja de un taxi.
Cam le dio tres batatas, quince centímetros de caña de azúcar, y dos mazorcas de maíz verde. Cuando terminó, Cam dijo: “¿Nunca agradecés por nada?”. “Sí”, dijo el Puerco Espín, “esta es mi forma de agradecer”. Y latigó y fustigó y cacheteó con su cola de costado sobre la pierna derecha desnuda de Cam, que le quedó sangrando desde el tobillo a la rodilla.
Cam saltó hasta la cubierta, con su pie en la mano, y encontró a su Padre Noé en el timón.
“¿Qué estás buscando en el puente a esta hora del mediodía?”, dijo Noé.
Cam dijo: “Quiero una gran lata de galletitas Ararat”.
“¿Con qué propósito y a propósito de qué?”, dijo Noé.
“Porque hay algo en la sollada que cree que puede enseñarle a un negro algo sobre los puerco espines”, dijo Cam. “Y yo le voy a dar una lección”.
“¿Y para qué desperdiciar galletitas, entonces?”, dijo Noé.
“¡Por la ley!”, dijo Cam. “Sólo pido la tapa más grande de la lata más grande de galletitas Ararat que haya en el barco”.
“Pedile a tu Madre”, dijo Noé, “ella maneja las provisiones”.
Así que la Madre de Cam, la Señora Noé, le dio la tapa más grande de la lata más grande de galletitas Ararat que había en el Arca, e incluso algunas galletitas para él, y Cam bajó a la sollada con la tapa de la lata aferrada con su oscura mano derecha, de manera que cubría su oscura pierna derecha desde la rodilla hasta el tobillo.
“Me olvidé de esto”, dijo Cam, y le alcanzó una galletita Ararat al Puerco Espín, y el Puerco Espín se la comió rápidamente.
“Ahora quiero que me agradezcas”, dijo Cam.
“Así lo haré”, dijo el Puerco Espín, y latigó a la redonda, fustigó con su endemoniada cola y le pegó a la lata de galletitas. Y no le gustó en absoluto. “Otra vez”, dijo Cam, y el Puerco Espín fustigó y cacheteó con su cola más fuerte que nunca. “Otra vez”, dijo Cam. Esta vez el Puerco Espín fustigó tan fuerte que algunas espinas se le metieron para adentro, y otras se rompieron.
Entonces Cam se sentó en la otra litera y dijo: “Ahora quiero que me prestes atención. Sólo porque un hombre parezca bronceado y hable con acento extraño, no quiere decir que tengas que comportarte de esta manera con él. ¡Soy Cam! En el momento en que este dhou toque el Monte Ararat, seré el Emperador de Africa, desde la Curva de Bayuda hasta la Ensenada de Benin, y desde la Ensenada de Benin hasta Dar-es-Salam, y desde Dar-es-Salam hasta el Drakensberg, y desde el Drakensberg hasta donde los Dos Océanos se encuentran alrededor del mismo Cabo. Seré Sultán de Sultanes, Jefe Supremo de todos los Indunas, Médico Brujo, Hacedor de Lluvias, y especialmente de los Wunungiri, el Pueblo de los Puerco Espines, que te está esperando. ¡Vas a pertenecerme! Vas a vivir en agujeros y madrigueras y cavidades por todo Africa, y si alguna vez escucho que estás de mal humor otra vez, le voy a contar a mis Wunigiri, y van a ir a buscarte bajo tierra, y te van a sacar de la cola. ¡¡Yo soy Cam!!”
El Puerco Espín estaba tan aterrado con esto que dejó de traquetear las espinas bajo la litera y se quedó quietito.
Entonces el Hermanito Erizo, que estaba también bajo la litera, que se estaba divirtiendo a lo grande con los escarabajo que había ahí, dijo: “esto no parece muy prometedor para mí. Después de todo, soy su hermano, por decirlo así, y supongo que tendré que irme con él bajo tierra, ¡y yo no puedo cavar para buscar nueces!”
“Ni en lo más mínimo”, dijo Cam. “Sobre su cabeza y el resto también, como dijo la Gran Maestra. Pero vos te quedaste quietito para que te peinaran. Además, no estás en mi caravana. Tan pronto como este bugga-lou (refiriéndose al Arca) toque el Monte Ararat, iré al Sur y al Este con mi grupito (Elefantes y Leones y demases) y el Puerco Cerdín, y los voy a distribuir por todo Africa. Ustedes irán al Norte y al Oeste con uno u otro de mis hermanos (he olvidado cuál), y se buscarán algún lugar cómodo llamado Inglaterra: entre todos los jardines y los canteros y los caracoles, la gente estará muy contenta de verte. Y siempre vas a ser alguien con suerte”.
“Gracias, Señor”, dijo el Hermanito Erizo. “Pero, ¿tengo que vivir bajo tierra? No es lo que preferiría”.
“No hay ni la más mínima necesidad”, dijo Cam. Y tocó al Hermanito Erizo con su pie, y el Erizo se enrolló, cosa que nunca había hecho antes.
“Ahora vas a ser capaz de llevar tu propia cama de hojas secas sobre tus espinas, para poder acostarte calentito en cualquier lado, desde Octubre hasta Abril, si así te place. Nadie va a molestarte, excepto los gitanos, y no vas a ser festín de ningún perro”.
“Gracias, Señor”, dijo el pequeño Hermano Erizo, y se desenrolló y se fue a buscar más escarabajos.
Y todo fue tal como Cam dijo.
No sé cómo los cuidadores del Zoológico alimentan a los Puerco Espines, pero, desde aquel día a este, cualquier cuidador que yo haya visto alimentando a un Puerco Espín en Africa, tienen la precaución de llevar la tapa de una lata de galletitas puesta en el frente de su pierna derecha, para que el Puerco Espín no pueda darles un latigazo con la cola, después de cada comida.
¡Y aquí se acabó la conversación! ¡Ahora, a peinarse!
Notas:
Este cuento fue escrito para el Princess Elizabeth Gift Book, a beneficio del Hopital de Niños Princess Elizabeth of York (1935), ilustrado por Paul Bloomfield. Junto a Kipling había otros escritores, poetas y caricaturistas, trabajando por caridad. Este es el último cuento escrito por Kipling en su vida; luego escribía su autobiografía (“Something of myself”). Aparentemente la idea se la habría dado un niño admirador de Kipling, a través de una carta; la secretaria, en ese momento, había contestado:
En respuesta a tu carta, el señor Kipling desea que te diga que, cuando eran pequeños, el Erizo y el Puerco Espín no se quedaban quietos para que los peinaran. Así que el pelo se les enmarañó hasta formar esas cerdas pinchudas.
Cuando creció, el Erizo solía afeitarse, y es por eso que sus espinas son cortas ahora. Pero el Puerco Espín siempre alardeaba con su pelo largo, y creció y creció hasta que quedaron esas plumas duras que tiene hoy.
La idea de retratar a Cam con la tapa de lata en la pierna tal vez haga eco de algo que Kipling vio en el Zoológico de Cecil Rhodes, en Groote Schuur, cerca de Ciudad del Cabo. Había una casa en las cercanías, disponible para que Kipling pasara sus vacaciones de invierno.
Los “Miopios” son animales inventados, probablemente basados en la idea de la miopía (los animales de la oscuridad no ven muy bien).
Cam en el cuento es negro porque, según la leyenda, Cam fue el ancestro de los pueblos africanos.
Las galletitas Ararat son presumiblemente un juego de palabras con una marca muy popular de galletitas de esa época, las Arrowroots (“arrurruz”). Ararat es el nombre del monte donde, según la Biblia, se detuvo el Arca de Noé cuando bajó la inundación.
Dhou es un tipo de barco árabe. Bugga-lou también es un tipo de barco, pero de India.
En el norte de Khartoum, el río Nilo toma una curva enorme bordeando el desierto de Bayuda.
La Ensenada de Benin es una de las grandes bahías en el Golfo de Guinea, en la costa occidental de Africa. Tanto Accra, la capital de Ghana, como Lagos, la capital de Nigeria, están sobre la ensenada de Benin.
Dar-es-Salaam es un puerto marítimo muy importante en Tanzania, al sur de Zanzíbar.
Drakensberg es una cadena montañosa en Sudáfrica.
El Cabo referido es, naturalmente, el Cabo de Buena Esperanza, donde el Océano Atlántico se junta con el Océano Indico.
Los Indunas son los jefes principales de los pueblos Zulu y Xhosa, de Sudáfrica.
Wunungiri es una palabra inventada, hasta donde se sabe. No se ha encontrado ninguna palabra en ningún lenguaje africano que signifique Puerco Espín y se le parezca. Wonogiri es una parte de Indonesia, pero no parece relacionada.
Se suponía que los gitanos comían erizos, cocinados en barro. Cuando se les sacaba el barro, se iban solas las espinas.